"Mejor en liquidez y a la espera que el polvo se asiente"

CIERRE DE MERCADO

Capitalbolsa | 16 mar, 2011 17:53

Fuertes caídas en las bolsas a ambos lados del Atlántico, en una jornada de gran volatilidad, y cuyo comportamiento ha empeorado tras las declaraciones que adelantábamos a las 16:39h de Guenther Oettinger, comisionado para la energía de la Unión Europea, afirmando que "sucesos catastróficos pueden suceder en Japón en las próximas horas, porque la situación en la planta nuclear del país está fuera de control".

La sesión se iniciaba con caídas en torno al medio punto porcentual por la preocupación de la situación nuclear en Japón, que está lejos de controlarse. Estas caídas fueron en aumento hasta que se estableció un rango lateral, en el caso del Ibex entre los 10.200-10.300 puntos, que fue perforado a la baja tras las advertencias alarmistas de Oettinger.

Iniciábamos la sesión con la primera subida en cinco sesiones de las acciones asiáticas después de que el índice Nikkei mostrara sus peores dos sesiones desde 1987 dejando al selectivo en mínimos de 28 meses. El Nikkei repuntó un 5,68% y el coste del seguro de la deuda japonesa retrocedió por primera vez desde el terremoto del 11 de marzo.

Pero esas subidas, según diferentes traders de mercado, han sido provocadas por cierre de cortos, no por tomas de posiciones largas de inversión. De cualquier forma, la presión vendedora que veíamos en los mercados europeos no era lo que podríamos imaginar. La gente vendía sí, pero con cautela, sin pánico, lo cual nos parecía sorprendente.

Un trader de mercado comentaba esta mañana "si me hubieran dicho hace unos meses que habría un conflicto armado en Bahrein, y que Japón estaría tratando de apagar un reactor nuclear con un cañón de agua que se utiliza para sofocar los disturbios, yo hubiera dicho que el mercado habría caído más de 500 puntos".

Pero no está siendo así... ¿por qué?

Muchos analistas y gestores consideran que a pesar del enorme drama humano que se está viviendo en Japón, las repercusiones económicas no son excesivas. Las primeras estimaciones apuntan a que los daños a edificios, a la producción y a la actividad de los consumidores, por el desastre natural de Japón, tendría un coste entre 10 y 16 billones de yenes (125.000-200.000 millones de dólares), lo que resultaría en una contracción del PIB en el segundo trimestre del 2011.

"El costo económico del desastre será grande", indicaron economistas de JP Morgan. "Ha habido una pérdida sustancial en recursos económicos y la actividad económica se verá obstaculizada por daños a la infraestructura (como cortes de energía) en las próximas semanas o meses".

Estos mismos analistas han reducido sus estimaciones sobre el PIB japonés en el primer y segundo trimestre, pero lo han subido en el tercer y cuarto y para la totalidad de 2012, dado que el esfuerzo de reconstrucción del país, que será financiado con la emisión de deuda y comprada en parte con la repatriación de capitales, impulsará a la economía y a sectores como infraestructuras y materias primas.

De hecho son varios los analistas y gestores que están comprando Japón, y recomendándolo a sus clientes: Barto Biggs o Jim Rogers, como publicaremos a lo largo de la tarde.


En cuanto a los conflictos de Oriente Medio, el miedo residía principalmente en la extensión del conflicto a Arabia Saudita, y las implicaciones alcistas que tendría esto sobre el precio del petróleo, lo cual parece que no va a suceder. Esta tarde publicaremos un interesante análisis con el título "Fin del antiguo orden petrolero" en el que se aborda esta problemática.

La situación por tanto parecían controladas, la presión vendedora no era excesiva, y las correcciones, lógicas por otra parte, se veían más como una oportunidad a la búsqueda de un precio de entrada, que la del inicio de una fase bajista duradera y dañina para los mercados. Pero a esto apareció Guenther Oettinger hablando sobre "sucesos catastróficos" y "próximas horas", y claro, el miedo se incrementó entre los inversores, y las ventas, esta vez sí con fuerza, aparecieron en el mercado.

"Mejor en liquidez a la espera de que el polvo se asiente y el panorama se vea más claro", afirma Barry Ritholtz en su último análisis de posicionamiento de cartera que publicaremos a lo largo de la tarde.

Pues nos parece un buen consejo. Con la amenaza de una crisis nuclear descontrolada, es difícil estimar repercusiones económicas y puntos de entrada, por tanto, mejor en liquidez y que el polvo se asiente.

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