CONFLICTO EEUU-IRÁN

Un portavoz del ministerio de exteriores iraní ha declarado que las palabras de Mullen no eran "dignas de ser comentadas".

"Somos testigos de lo inapropiado de las palabras de los oficiales militares americanos. Creemos que la razón que subyace tras ellas son las consecutivas derrotas de EEUU en la región y sus aventuras militares que se han traducido en la muerte de ciudadanos inocentes y de sus propias fuerzas".

Ahmad Vahidi, el ministro de defensa iraní, en un comunicado ha calificado estas palabras como "fascistas". "Estas observaciones están en contracción con sus pretensiones de un diálogo de paz, y demuestran que son incapaces de oponerse  la voluntad de Irán. Hacer planes para atacar a una nación independiente en el tercer milenio, es una clara violación de la Carta de la ONU".

Mullen por su parte mantenía la esperanza de que una combinación de esfuerzos diplomáticos y sanciones económicas obliguen a Teherán a suspender su programa de uranio, que para muchos es un intento de desarrollar armas nucleares. Al mismo tiempo afirmó que "las opciones militares han estado sobre la mesa y permanecen en la mesa".

Ante este cruce de declaraciones creemos conveniente recordar el artículo que publicamos ayer sobre este conflicto:

El periodista, escritor y conferencista Webster G. Tarpley afirmó recientemente que después de dos años y medio en el que el peligro de un ataque de EEUU a Irán se encontraba relativamente bajo, actualmente esta amenaza se está incrementando rápidamente.

Este analista cita fuentes de los círculos gubernamentales anglo-estadounidenses, que señalan que estos dos países se están preparando para una campaña de bombardeos contra Irán, junto con incursiones de las fuerzas especiales destinadas a agitar la rebelión entre las nacionalidades nopersas de la República Islámica. La probabilidad de una nueva farsa o incidente terrorista contra EEUU y con supuesta responsabilidad de Irán, se ha elevado rápidamente.

Según este analista la administración Bush tenía planeado atacar Irán entre Agosto-Septiembre 2007, pero la intervención de la inteligencia militar en contra de este ataque desbarató los planes de Cheney.

Hay tres factores que contribuyen a aumentar el peligro de un ataque militar contra Irán:

1. La revolución del movimiento verde iraní ha fracasado en su proyecto de derrocar a Ajmadinejad.

2. El nuevo gobierno ruso de Medvedev está optando por estrechar lazos con Occidente mediante algunas concesiones, debido a la influencia del ideólogo de libre mercado Anatoly Chubais, que afirma que la modernización rusa depende en gran medida de la tecnología de la información, que debería ser suministrada por países como EEUU. Esto puede hacer creer a los mandos militares estadounidenses que la reacción rusa a un posible ataque sobre Irán sería limitada.

3. Es un grave error pensar que las relaciones normales con los financieros anglo-americanos se puede obtener e un contexto de recesión mundial a través de un comportamiento conciliador. Una lección que se pudo sacar de la Depresión de los 30 es que cuando las élites imperialistas se enfrentan a una desintegración de sus burbujas especulativas, a menudo responden con vuelos estratégicos locos hacia delante. Un ataque sobre Irán podría provocar un bloque de los Estrechos de Ormuz, fundamentales para la exportación del petróleo, lo que podría llevar al barril brent a cotizar entre 500-1.000$, creando suficiente demanda de dólares para absorber la presión vendedora que provocaría un ataque a Irán, terceras reservas petroleras del mundo y segundo país productor. 

Webster G. Tarpley señala que en los últimos días se han realizado declaraciones de principales líderes mundiales advirtiendo de una guerra inminente de EEUU contra Irán.

Aunque no deja de ser sólo una hipótesis estratégica, las consecuencias si se diera serían tan graves para los mercados financieros mundiales, que creemos responsable hacer un seguimiento especial en Capital Bolsa a este tema.