Deutsche Bank rebaja previsiones para la eurozona

Así, para este año 2016 esperan ahora un crecimiento del PIB del 1,4% anual (vs. 1,6% estimado anteriormente). Estas dos décimas de revisión a la baja serían consecuencia de varias fuerzas contrapuestas, que esta vez suman negativo: i) la caída del precio del crudo, que podría añadir 0,3 p.porcentuales al crecimiento de la zona euro respecto a lo que se preveía a cierre de 2015, ii) la menor debilidad del euro, (drenaría -0,1 p.porcentuales), iii) el menor crecimiento mundial (-0,2 p.p), reflejo principalmente de la reciente revisión a la baja de las previsiones de crecimiento de EEUU (los analistas de DB se han convertido en uno de los más pesimistas, con un crecimiento de tan sólo el 1,2% en 2016), y iv) la evolución más desfavorable del crédito bancario (-0,2 p.p), consecuencia de la actual inestabilidad financiera, y de las incertidumbres sobre el sector bancario (creen que el crédito crecerá en 2016 un 1,8% anual, vs. 2% previsto inicialmente).
Los riesgos además de este escenario son más a la baja que al alza, en la medida que son factores cíclicos los que explican el crecimiento europeo, y por tanto, susceptibles de cambiar. De hecho, el crecimiento potencial de la zona euro sigue limitado por el envejecimiento poblacional, los altos volúmenes de deuda y la crecientes divergencias políticas, que no auguran en los próximos dos años un avance hacia la integración y las reformas pendientes. En este sentido, de nuevo el BCE se tendrá que erigir en garante de este modelo de bajo crecimiento- alta deuda, con nuevas medidas de estímulo en la reunión del próximo 10 de marzo.

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