Sólido rebote de las bolsas europeas para finalizar una semana de vértigo
El pantano no está todavía suficientemente lleno para desbordarse
Sólido rebote de las bolsas europeas que cierran cerca del máximo intradía y con subidas cercanas a los dos puntos porcentuales. La semana de cualquier forma se salda con un resultado negativo del 4,5% en el promedio de las bolsas europeas, con los bancos como los grandes perdedores del mercado.
La jornada comenzaba con el fuerte cierre bajista del Nikkei 225 cercano al 5%, que al haber estado cerrado ayer por festivo, trasladaba hoy los descensos en las bolsas mundiales de los últimos días.
Antes de la apertura europea se conocían importantes datos macroeconómicos en Europea, entre los que destacamos el crecimiento del PIB alemán del cuarto trimestre del año: +2,31% frente +2,3% esperado. El IPC alemán en enero que caída un 0,8% como lo esperado. Las nómicas no agrícolas en Francia en el cuarto trimestre, +0,2% frente +0,1% esperado. IPC españa enero con una caída del 1,9% en línea con lo esperado.
Tras una apertura alcista en las bolsas europeas, cerca del punto y medio porcentual, conocíamos nuevos datos macro como el PIB italiano en el cuarto trimestre, PIB de Portugal cuarto trimestre, PIB eurozona del mismo trimestre. Todos estos datos, en línea con las previsiones, no tuvieron un impacto significativo en los mercados.
Sí decepcionó la producción industrial de la euro zona en el mes de diciembre, que cayó un 1% frente +0,3% esperado. Sin embargo esta decepción no se trasladó a los mercados de renta variable europeos que mantenían las alzas por encima del punto y medio porcentual.
Vamos a trasladar en este comentario de cierre el análisis de mercado de Nicolás López de M&G Valores, pues creemos que refleja exactamente la situación actual:
En las últimas semanas los
mercados han entrado en una espiral de pánico que encuentra su justificación en el temor a una
nueva recesión global pero lo cierto es que los indicadores económicos no muestran un deterioro
significativo.
La intensa caída de las bolsas o el aumento de los diferenciales de los bonos high
yield están creando cierta psicosis de crisis y alimentando el temor a una recesión, no tanto
porque los indicadores macros así lo reflejen, sino por el hecho de que la propia caída de los
mercados alimente la desconfianza y acabe dañando a la economía.
¿Riesgo de deflación en Europa? Aunque la crisis en los mercados está siendo bastante global
Europa parece haberse convertido de nuevo en el centro de los problemas. Quizás el factor
diferencial más importante sea la baja inflación que unida a un crecimiento todavía débil
plantean una problemática específica para la economía y las empresas europeas. En este sentido
la política de tipos de interés negativos en la que parece va a profundizar el BCE en los
próximos meses estaría jugando un papel importante en el deterioro de las expectativas de
rentabilidad del sector bancario.
Ajuste de valoraciones.
A veces las grandes caídas de la bolsa son el preludio de una crisis
económica, pero en otras ocasiones responden más a una corrección después de un ciclo alcista
importante y puede entenderse simplemente como el ajuste de unas valoraciones que habían
llegado a niveles demasiado exigentes.
Las correcciones son fenómenos de mercado con su
dinámica propia donde imperan más factores puramente psicológicos de aversión al riesgo que
otra cosa lo que hace difícil tratar de racionalizar qué niveles de valoración pueden ser
razonables para la estabilización del mercado.
Los males de la banca europea.
Aunque pocos valores se están librando de la debacle en las
últimas semanas, el sector bancario ha saltado al primer plano de las preocupaciones por la
intensidad de las caídas y el inevitable recuerdo de la reciente crisis bancaria. Aunque la
situación no es ni remotamente comparable a la que se vivió en 2008-09 o en la crisis de deuda
europea, hay argumentos para sostener que los bancos se enfrentan a una larga travesía del
desierto que va a mantener su rentabilidad baja durante bastante más tiempo del que se pensaba
hace algunos meses.
Si Wall Street estornuda, en Europa cogemos una neumonía.
Aunque los temores a una
desaceleración se han centrado más en EEUU, lo cierto es que las caídas más intensas de las
bolsas se están produciendo en Europa y Japón. Desde los máximos de abril los índices
europeos y el Nikkei han caído un 30% aprox., mientras que los índices norteamericanos caen
menos de un 15%. Al menos en parte esta mayor caída se explica por la mayor volatilidad de los
índices europeos.
Desde el final de la crisis de deuda europea en 2012 la rentabilidad del
Eurostoxx 50 y el S&P 500 hasta hoy ha sido casi idéntica, pero las fluctuaciones del índice
europeos mucho más amplias: sube más en las fases alcistas y cae más en las correcciones.
Dentro de esta pauta general destaca la fortísima subida de los índices europeos en los primeros
meses de 2015 mientras los americanos se mantenían en un tono bastante plano. Ahora parece
claro que esa subida tuvo ciertas características de "burbuja" impulsada por el anuncio del QU,
la depreciación del euro y la caída del precio del petróleo que convirtieron a Europa en el
destino favorito de las inversiones bursátiles.
La realidad es que las expectativas de un despegue
de los beneficios de las empresas europeas no se han confirmado y la corrección de momento ha
consistido en deshacer todo el avance que se produjo en esos meses de euforia. En la medida en
que los índices norteamericanos sigan aguantando en sus actuales niveles cabe la posibilidad de
que finalmente los índices europeos se estabilicen también una vez eliminados los excesos de la
fase alcista.
Sin indicios de recesión en EEUU.
Algunos indicadores norteamericanos muestran cierta
desaceleración en los últimos meses pero dentro de una fase expansiva es normal que se
suceden períodos de diferente intensidad en el crecimiento. Una recesión es otra cosa de un
orden de magnitud muy superior y lo cierto es que de momento no se aprecia que la economía
norteamericana pueda estar cerca de ella.
Alan Greenspan describía lo que sucedía en una
recesión con los indicadores económicos comparándolo con un pantano que está lleno pero
contenido y de repente la presa se rompe y el agua empieza a salir masivamente. Hay muchas
ocasiones en que los indicadores muestran una desaceleración y reflejan cierta incertidumbre
que luego no necesariamente se concreta. En ocasiones, sin embargo, de pronto algo cambia y
los indicadores se hunden definitivamente mostrando que la economía ha entrado en recesión.
Siguiendo con este símil, podríamos decir que el pantano no está todavía lo suficientemente
lleno como para mostrar un claro peligro de que la presa pueda reventar.
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