Mal inicio de semana ante el miedo a una ralentización económica global

La sesión comenzaba con caídas de las bolsas asiáticas en torno al 0,7%, tras las especulaciones que apuntaban a un menor crecimiento futuro en la economía China. Lou Jiwei, el Ministro de Finanzas del país, señaló que el crecimiento en China enfrenta a presiones bajistas, y reiteró que no habría grandes cambios en la política monetaria. Estas palabras no gustaron a los inversores que se decantaron por deshacer posiciones.

En el mismo sentido abrían las bolsas europeas. Caídas cercanas al medio punto porcentual y un moderado volumen de contratación.

Se conocía en esa apertura la cifra de negocios empresariales en España en el mes de julio que subía un 0,2% mensual y un 1,7% interanual. No tuvo efecto en el mercado.
Una hora más tarde de la apertura se publicaban los pedidos industriales de Italia en el mes de julio con una caída del 1,5% frente +1,1% esperado por los analistas. Muy malos datos de la economía italiana, que empieza a mostrar signos de una nueva contracción.
Las bolsas europeas mantenían las pérdidas ligeramente superiores al medio punto porcentual. A partir de ese momento, sin embargo, los descensos empezaron a reducirse, y paulatinamente el dinero empezó a entrar en el mercado hasta situar a los indicadores en terreno neutral una hora más tarde.
En ese terreno se mantendrían durante las siguientes horas, hasta que los malos datos de actividad, del sector inmobiliario y de confianza en EE.UU. provocaron caídas en Wall Street, que se trasladaron a los mercados europeos inmediatamente.
Finalmente las bolsas europeas cierran con un descenso del 0,51% en el caso del Eurostoxx 50 a 3.256 puntos. En el plano nacional el Ibex 35 desciende en línea con sus homólogas europeas (-0,49% a 10.947 puntos). Los valores más penalizados son el Banco Popular, ArcelorMittal, Amadeus e IAG. Los valores más positivos son Abengoa, Mapfre y Viscofán.
Para finalizar señalar la insistencia de los analistas de Renta 4 en que las valoraciones relativas (renta variable vs renta fija) seguirán apoyando la evolución de las bolsas, al no existir inversiones alternativas que ofrezcan una rentabilidad razonable. Sin duda, la reducción de tipos del BCE hasta el nivel mínimo y el anuncio del QE de deuda privada, así como el dejar la puerta abierta a nuevas medidas en caso preciso, apoya la idea de que las expectativas de tipos muy bajos se mantendrán durante un periodo prolongado de tiempo, dando tiempo al ciclo económico y los beneficios empresariales para que se recuperen.
Por tanto, las correcciones que podríamos ver en los indicadores en las próximas semanas, según los escenarios técnicos que manejamos, podrían ser una interesante oportunidad de entrada a precios más baratos.